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Kōdō – Camino de la Fragancia
“Un trozo de madera que flotaba en el agua, llegó a las costas cercanas a la isla de Awaji en el tercer año de la Era Suiko (595 d.C.) Cuando los isleños encendieron fuego con esta madera, una fragancia indescriptible se elevó por los aires y los isleños quedaron asombrados. La madera que habían quemado fue llevada a la capital y presentada ante la emperatriz Suiko. El príncipe Shotoku, regente en ese momento, le mostró que se trataba de un tesoro raro, exótico: era madera de agar, el origen del incienso”.
Esta es la descripción más antigua que se tiene de árboles de incienso en Japón, sin embargo el incienso llegó de China a Japón, al mismo tiempo que el budismo.
Kōdō (香道) o “Camino de la fragancia” es el arte de apreciar el aroma del incienso dentro de una estructura de conducta codificada. Kōdō incluye todos los aspectos del proceso del incienso, desde las herramientas (kōdōgu 香道具), hasta actividades como los juegos de comparar inciensos (kumikō 組 香 y genjikō (源氏 香)
Al llegar a Japón junto con el budismo, se le conocía como el “incienso de la oración” convirténdose en el aroma de la vida de los nobles del período Heian. Tiempo después, pasó a ser conocido como el “aroma de la elegancia“. Los nobles de la Corte Imperial encontraban una inspiración poética en “escuchar la fragancia” de las maderas aromáticas. Disfrutaban respirar aromas de incienso fino, como se disfruta de buenos vinos o música. El incienso se hizo popular en la corte y pronto se extendió entre la clase dominante.
Es una inscripción fragante típica del período Heian eran los “”Seis tipos de cosas perfumadas” (Mukusa no Takimono), las seis de las flores de ciruelo, kayo, kikka, hojas caducas, chambelán y semilla de kurobo. En “Las Crónicas de Genji” de Murasaki Shikibu el incienso es un motivo frecuente a lo largo del libro.
La acción de “Kodo” es “tranquila” y en su elegante quietud se esconde el peso de la historia a lo largo de mil años y un altísimo grado de sensibilidad. Entre los cinco sentidos humanos, se puede decir que “Kōdō“, que tiene el sentido del olfato como personaje principal, fue creado por la delicada sensibilidad única de los japoneses.
Al igual que el Sadō (Ceremonia del Té 茶道) y el Ikebana (華道), el Kōdō o “ceremonia del incienso” es una tradición importante en Japón.
Usamos la expresión “escuchar incienso” para describir el delicado proceso de disfrutar la sutil fragancia de una pequeña pieza de madera aromática o incienso.
Al tomar el cuenco en nuestras palmas, el suave aroma nos invita a usar todos nuestros sentidos, un proceso también conocido como “Mon-koh” o apreciación del incienso.
Durante el período Muromachi, cuando el incienso se hizo popular, se requirió una identificación delicada para los árboles perfumados que tenían diferentes aromas. Por lo tanto, fue sistematizado como método de clasificación de fragancias.
Los árboles con fragancia se clasifican en seis categorías: Kyara, Rakoku, Shinnanban, Mana, Sasora y Sunmondara, según el nombre del lugar de origen, y los aromas son ácido o picante, amargo y dulce.
El incienso se fabrica triturando la madera aromática hasta convertirla en polvo. Luego, este polvo se amasa junto con las hierbas medicinales tradicionales y otros ingredientes y se moldea en la forma deseada, normalmente en barra o palillo, cono o en espiral.