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Hachiko – Un Perro muy leal
Todos los días durante un año, el Akita dorado llamado Hachikō, acompañaba a su dueño, el profesor Ueno, a la estación de Shibuya y todos los días esperaba que el profesor regresara para caminar de regreso a casa.
Sin embargo, un día llegó el tren pero el profesor Ueno no venía en él. Hachiko regresó al día siguiente, y al siguiente, pero su amo seguía sin regresar, pero no había manera de decirle al fiel perro que su amo había muerto de un derrame cerebral y que nunca volvería a bajarse del tren para saludarlo.
Durante nueve años, Hachikō esperó en la estación de tren todos los días. Los viajeros y los empleados de la estación le daban golosinas y le hacían compañía. Pronto se convirtió en toda una celebridad a lo largo de los años, inspirando libros, películas, arte y poesía hasta estuvo presente en la inauguración de su propia estatua de bronce, una versión de la cual aún permanece en la estación de Shibuya y es desde hace mucho un lugar de encuentro entre las personas.
Cuando Hachikō murió en las calles de Shibuya en 1935, sus restos fueron disecados y actualmente se pueden visitar en el Museo Nacional de Ciencias de Japón en Ueno, Tokyo. Un antiguo alumno del profesor Ueno hizo estudios sobre la genealogía del perro, declarando a Hachikō como uno de los 30 Akita de raza pura que quedan en el mundo.
La historia de Hachiko es un recordatorio de la importancia del amor y la lealtad incondicional en nuestras vidas. Además, también refleja la fuerte conexión entre los japoneses y sus mascotas, que se consideran un miembro más de la familia. Si estás interesado en conocer más sobre la cultura japonesa y sus historias emocionantes, ¡asegúrate de leer nuestro blog!