El Lado Oculto (Pero Tierno) del Festival Deportivo “Undokai”

Probablemente, muchos de ustedes ya han escuchado acerca del festival deportivo undokai en Japón. Un festejo lleno de pruebas físicas, competencias deportivas, bailes y tablas rítmicas, que son una tradición imperdible, especialmente en las escuelas en Japón. Estas se organizan desde el kinder o jardín de niños, pasando por todos los grados escolares, universidades, e incluso en compañías y vecinos de la comunidad.

Suele ser un evento que conlleva mucho trabajo por parte de los alumnos y maestros. Pueden llegar a tener prácticas diarias durante meses, y el entusiasmo va creciendo en ellos. El día del evento, todas las familias y vecinos, nos reunimos en las escuelas para disfrutar de este gran evento! Llegamos temprano en la mañana para “apartar” los mejores lugares para ver el espectáculo, sacar las mejores fotos y poner nuestro rincón que será base de operaciones, zona de descanso y almuerzo.

Esta multitud viene con todo un paquete de cosas maravillosas y también de ciertas incomodidades. Ciertamente, no es el lugar adecuado para los que no soportan las multitudes o sonidos fuertes, largas filas para ir al baño, ver a tu hijo correr por pocos segundos para luego ver unas cuantas (cientos) carreras más, etc. Las primeras veces que asistimos la emoción fue enorme, te contagias de la pasión de los alumnos realizando cantos para su equipo, la emoción de escuchar a la banda, ver a todos los niños realizar bailes, etc. Todo un espectáculo digno de admiración.

Recuerdo hace unos años, cuando mi hijo mayor estaba en el último año de la primaria, bromeando hicimos un cálculo rápido de la cantidad de undokai que aún nos quedaban por asistir. Considerando que llevábamos por lo menos 6 undokai de Ro, más un par de Yu por el kinder, y que pronto iniciarían los de Mi, los números crecieron rápidamente a más de una docena. Por un momento tuve el doble pensamiento que muchas veces nos pasa a los padres al contemplar a nuestros hijos crecer, “esto pasa muy rápido y no vuelve más; hay que aprovecharlo”, aunque detrás de esta idea viene el escalofrío de “más de 12 años de este evento exhaustivo?!…. wow!”

Eventualmente, aprendimos a aceptar esta realidad. Luego, durante la pandemia de coronavirus, las escuelas cancelaron el undokai del año 2020 o los realizaron en versión “miniatura”, con límite de asistentes y eventos. Incluso en participación escalonada, algunos niños durante un horario, y los demás en otro distinto. Esto tuvo un efecto positivo en mi renacido entusiasmo por el undokai, aunque no duraría mucho tiempo.

Durante el último mes, todos los días y en ocasiones hasta los fines de semana, los niños de dos distintas escuelas kinder y guardería, están ensayando las actividades para su undokai en el parque que está prácticamente a un lado de la casa. Realizan incluso pruebas de los juegos y deportes que realizarán, bailes con música incluida, gritos de apoyo y emoción de los pequeños, y más! Ruego no me malinterpreten, me encantan los niños y disfruto mucho escucharlos reír y disfrutar sus ensayos, incluso en este momento estoy sentado cerca de mi ventana abierta escuchando como se preparan para este gran evento. Pero a este punto creo que conozco mejor el programa de undokai de sus escuelas, que los temas que planeamos grabar para los siguientes videos de nuestro canal. Incluso me descubro tarareando el tema del anime Sazae san que utilizan para su baile de este año.

Al final, si todo sigue bien por este rumbo, no nos quedan una docena de undokai por “participar”. Solo este año llevamos 30 prácticas bastante completas, y si cada año se convierte en un promedio, durante el tiempo escolar de mis hijos probablemente habremos escuchado 300 undokai. Y si decidimos vivir aquí hasta edad avanzada, ese número podría multiplicarse alarmantemente. Insisto, es un lado oculto o inesperado del undokai que nunca había considerado, pero que a la vez nos permite disfrutar del sonido de las risas de los niños por muchos años más!