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Kamikatsu, un pueblo en Japón libre de residuos que da ejemplo al mundo
Una aldea remota en la isla de Shikoku en Japón ha estado practicando una economía de bajo desperdicio durante ya casi 20 años. En contraste con el récord nacional de Japón de ser el segundo mayor productor mundial de desechos plásticos, el pueblo Kamikatsu tiene la misión de reutilizar, reciclar y reducir tanto como sea posible para combatir los vertederos desbordados y eliminar la dependencia de los incineradores. En medio de la intensificación de la emergencia climática y la crisis mundial de desechos, muchas ciudades en Japón y varios lugares en el mundo están mirando a Kamikatsu como un ejemplo de cómo hacer la transición a una economía con bajas emisiones de carbono y desechos.
A pesar de que Kamikatsu aún no ha logrado su objetivo de “cero desperdicio“, el pueblo, situado a unos 600 km de Tokyo, está muy lejos de la cultura del consumo excesivo y derrochador que existe en muchas otras ciudades del mundo. Desde el año 2000, impulsados por una nueva ley sobre las emisiones de dioxinas de los incineradores, los residentes de Kamikatsu han estado reciclando, reutilizando y reduciendo los desechos tanto como les es posible.
En lugar de construir nuevos incineradores para gestionar la tendencia de aumentar la cantidad de desechos año tras año, la comunidad de Kamikatsu implementó medidas para crear menos basura. En 2003, la aldea aprobó una declaración de cero residuos para garantizar que la comunidad cooperara en un nuevo sistema de reciclaje donde los residuos domésticos se separan en 45 categorías, se recolectan, intercambian, donan o reciclan.
Los productos que contienen piezas que pertenecen a dos o más categorías diferentes deben separarse en los contenedores de recolección asignados que luego se envían para su reciclaje. Las envolturas de plástico para alimentos deben lavarse antes de tirarlas, mientras que el papel de desecho debe envolverse con un cordel reciclado hecho con cartones de leche viejos. Los diferentes tipos de vidrio y plástico se clasifican por color.
También se incentiva a los residentes a evitar los productos de un solo uso a través de un esquema que premia a los consumidores con puntos cuando rechazan artículos de plástico desechables. Luego, los puntos se pueden recolectar y usar para comprar otros artículos reutilizables.
El resto de los artículos que los residentes de Kamikatsu han encontrado demasiado difíciles de reciclar, principalmente debido a productos que se han fabricado en otras regiones de Japón o se importan del extranjero, finalmente se envían a un incinerador ubicado en otra ciudad. Estos esfuerzos han reducido drásticamente la cantidad de desechos que creó el pueblo: en 2016, Kamikatsu recicló el 81% de todos los desechos que produjo, superando con creces el promedio nacional del 20%.
En un país que representa el segundo mayor productor de residuos plásticos del mundo, los logros de Kamikatsu demuestran que es posible operar con un sistema de bajo nivel de residuos, lo que ha inspirado a otras aldeas de Japón a comenzar sus propias campañas de cero residuos.
No podemos depender únicamente de los consumidores para reducir el desperdicio por lo que, para convencer a más personas de que tomen medidas para reducir los desechos y fomentar el reciclaje generalizado, los productores y fabricantes deben tomar medidas para alejarse de los artículos y envases de un solo uso y diseñar productos que sean reusables y mucho más fáciles de reciclar.